Además de la Capital Viena, merece la pena visitar Salzburgo y Innsbruck.
Si decidís visitar Austria en el otoño, os aconsejamos llevaros el gorro de lana y los guantes acolchados para desafiar al frío.
Lo ideal sería visitar estas ciudades durante el periodo navideño por el espectacular ambiente que ofrecen a los turistas.
Viena, atravesada por el Danubio y cuyo centro histórico está protegido por la UNESCO, es conocida por ser la ciudad de los palacios majestuosos y residencias imperiales. Podéis empezar visitando el Palacio de la Secesión de Viena (metro Karlsplatz ) e ir al Hoher Markt , la plaza más antigua que se caracteriza por tener un reloj muy bonito con personajes que se mueven cuando se marcan las horas.
A Stephanplatz os quedaréis encantados por la catedral de San Esteban (coged el ascensor para subir a la torre norte y disfrutad de las impresionantes vistas y del poco conocido Pummerin, enorme campana hecha de cañones fundidos).
No te puedes perder Schönbrunn, la residencia de verano de la familia imperial. Vale la pena visitar el Belvedere, la residencia de verano del príncipe Eugenio de Saboya . Por último, está la iglesia de Votiva y la Casa Figaro donde Mozart vivió durante tres años. La casa donde nació está en Salzburgo, donde quedaréis encantados de la catedral además de la Fortaleza de Hohensalzburg .
No os olvidéis de comprar las "bolas de Mozart ", deliciosos bombones rellenos de mazapán. Vale la pena visitar el castillo de Hellbrunn.